La temporada tradicional de cítricos en Córdoba se ve acabando, como en toda España. Y como en los últimos años, ha sido una campaña extraña, con sus altibajos en precios, con nuevos compradores para zumo, con desastrosas campañas de marketing ofreciendo naranjas a precios de risa (o de llanto, mejor dicho).
Para el año que viene comienzan ahora los nuevos retos. Parece que la temporada de lluvia se ha enderezado. Tras un mal otoño ha venido un buen invierno, con perdón de nuestros amigos murcianos, que tanto echan de menos el agua. Los retos pasan por luchar juntos por unas tarifas eléctricas justas para regantes, Asaja Córdoba nos ayudará. Y sobre todo por seguir defendiendo nuestro producto como exquisito, antioxidante, saludable… Tenemos todos los piropos del mundo para echarle.
Nuestra gran tarea pendiente es vender bien nuestras naranjas. Veo marcas reconocidas en Naranjas de Valencia o, recientemente, Naranjas de Sevilla en las Tortas de Inés Rosales. Pero nos sigue faltando nuestra marca de Naranjas de Palma del Río o Naranjas de Córdoba. Tenemos mucho que aprender de maestros del márketing de nuestra tierra como @juanluglez y su @Orange3. Y, sobre todo, dejar atrás envidias o rencillas que sólo evitan a los citricultores poder unirse para ser más fuertes.
Gracias a @lumirago, @NoeMasterChefOf, @INESROSALESsau por las fotos que ilustran el post
1 comentario
El dedo en la llaga. Confirmo todos los extremos del post. Y sin perder de vistas las acciones de contención de costes, lo fundamental es comercializar, pero en esa tarea el empeño es pobre y privan las rencillas y los «quitate tu para ponerme yo» que tanto daño hacen en productos agrícolas. Construir valor alrededor de una marca es lo que aprendieron los italianos hace mil años, nosotros aquí seguimos mirando de reojo al del al lado y no somos capaces de mirar al futuro. Saludos