Convertir debilidades en oportunidades. Eso es lo que Cítricos del Andarax ha conseguido con las cosechas de pequeños productores de cítricos en Almería.
Los que dedicamos mucho tiempo a que nuestros naranjos, olivos, cereales, etc. estén bien cuidados, den buenas cosechas y cuesten lo mínimo posible, estamos convencidos muchas veces de que lo estamos haciendo mejor que el resto. Así que miramos con desconfianza al agricultor vecino. Porque, ¿y si descubrimos que llevamos echando 150 Kg de urea toda la vida y nuestro vecino con 50 he conseguido resultados espectaculares? Se nos queda una cara…
Tendemos a creernos que nuestra manera de cultivar es la mejor, pero la experiencia me va demostrando que no hay una respuesta definitiva para todos los casos. Los hay que defienden la agricultura ecológica como única posible alternativa. Otros prefieren hacer un manejo integrado de plagas, cuidando el medio dentro de lo posible pero sin llegar a ecológico.
Yo siempre he visto la producción ecológica en cítricos muy complicada y, el otro día, en las charlas que organizó la Consejería de Agricultura en el convento de Santa Clara de Palma del Río, así lo pusieron de manifiesto todos los que allí intervinieron.
Tuvimos la suerte de escuchar a dos productores de cítricos en ecológico, Cítricos del Andarax y Riotinto Fruit, que están tratando de buscar su hueco en el mercado. Nos dieron una lección de que no hay verdades absolutas en el campo y de que la citricultura ecológica puede buscarse un hueco, costoso, sufrido, pero que puede ayudar a pequeños productores que puedan estar pensando en abandonar la citricultura.
Es el caso de la agrupación de pequeños citricultores bajo el paraguas ecológico de Cítricos del Andarax, en Almería. Tierras de naranjos que, con toda probabilidad hubieran sido abandonadas, han sido recuperadas con técnicas de cultivo tradicionales en la zona. Pequeñas parcelas con dificultades de comercialización se han agrupado y han sabido sacar partido de lo suyo. Un caso a estudiar y a admirar.